Milo Yiannopoulos, el troll que se dedica a hostigar feministas y otras masas hijas de la corrección política, en un despliegue de opinión, chillidos y rasgado de vestiduras que no podrían ser catalogados de otra cosa que contradictorios, en vista de situaciones anteriores, ha sido recientemente crucificado por los mismos medios progresistas que suelen hacer apologías a todo lo que parece despreciable para la mentalidad retrógrada y conservadora.
Particularmente, no simpatizo con lo que representa Yiannopoulos. Para este caso, su homosexualidad –que pareciera ser lo más notorio de este personaje, además de su reconocible estilo argumentativo (o anti-argumentativo)– no es particularmente importante ni terrible, sino el hecho de que éste abogue por las relaciones interraciales y desestime las políticas de identidad. En repetidas oportunidades Milo Yiannopoulos ha dicho no pertenecer a la alt-right, algo que se confirma justamente por su rechazo a mirar la solución a los conflictos sociales desde el enfoque de la identidad.
Sin embargo, la figura de Yiannopoulos está indesmentiblemente no ligada a la Izquierda, lo que corresponde a un pecado capital para ellos, lo que significa que no tendrán problemas en crucificarlo apenas puedan, cosa que han hecho a cabalidad. La Izquierda tiene vasta experiencia en condenar individuos de todo tipo, si basta un comentario para crucificar con placer a personas sin importancia pública, con mayor razón y mayor placer crucificarán a aquéllos que gozan de alguna importancia mediática: al tiempo que son especialistas en levantar ídolos con pies de barro, gozan al ver a otros caer, como en este caso, aún a pesar de pertenecer a un grupo minoritario/»oprimido».
Si sus palabras fueron o no sacadas de contexto, si lo que dijo fue o no verdad, tiene bastante poca importancia en este momento, puesto que su pecado real y su gran cruz no es haber dicho lo que dijo, sino el hecho de no estar afiliado ideológicamente al bando que se destaca por defender a ultranza a pedófilos, asesinos, psicópatas, terroristas, ladrones, estafadores, violadores, siempre y cuando pertenezcan a él y defiendan sus mitos de Igualdad. En ese caso, todo es perdonable.