Algo extraño sucede en La Moneda o, mejor dicho, ha sucedido los últimos cuatro años. Lo cierto es que durante los dos años intermedios del actual mandato el gobierno y su coalición recibieron golpe tras golpe y su hundimiento no era sorpresa para nadie; es más, la carrera presidencial se anticipó y tampoco sorprendía que las cúpulas de la Nueva Mayoría no tuvieran respaldo popular y se tuviera que echar mano al comodín Guillier, el bonachón de barbita que leía las noticias. (más…)